Un avión espía de EEUU buscó al Che
(*) Texto Tomás Molina Céspedes
Fue una gran aventura llegar hasta la remota aldea altiplánica “LLANQUERA”.
Un lugar donde cayó un día como hoy, 28 de julio, el avión espía que había ingresado subrepticiamente a nuestro espacio aéreo en busca del campamento guerrillero del Che Guevara, porque ya lo creían en Bolivia, viaje que me permitió conocer una de las zonas más fascinantes de Bolivia.
La historia de esta caída, de mi viaje a Llanquera, del gran hallazgo que hice en la cumbre del cerro donde se estrelló dicha nave y de las fotografías espectaculares que tomé, se hallan registradas en mi libro “LA CAÍDA DEL U-2 EN BOLIVIA”, cuyo prólogo, en recuerdo de aquel gran suceso que fue encubierto, lo reproduzco a continuación:
“El 28 de julio de 1966, en los Andes de Bolivia, al norte de la ciudad de Oruro, una extraña nave negra de gran tamaño chocó contra el pico del cerro Piñapinaya y se destrozó, ante la mirada absorta de los pobladores de la zona.
Al día siguiente llegaron al lugar delegaciones policiales, militares y personal de la embajada de los EE.UU., que recogieron minuciosamente los restos de la nave siniestrada y los despacharon a La Paz y después a los EE.UU.
Las páginas de los principales periódicos de Bolivia, informaron el 30 de julio, con grandes titulares y en primera página, de la caída de un avión U-2 en Oruro, perteneciente a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América, dando detalles minuciosos del accidente recogidos por sus reporteros en el lugar del siniestro.
Extrañamente a tres días de las primeras publicaciones del suceso y luego de un breve comunicado de la Embajada Americana, dando cuenta de la caída por accidente de una de sus naves, alguna mano poderosa silenció totalmente y para siempre el asunto, del que nunca más se volvió a hablar en Bolivia.
Los U-2, en aquella época, eran los aviones equipados con la más alta tecnología de espionaje, utilizados en misiones de inteligencia en la Unión Soviética, China, Cuba y Viet Nam principalmente, para ubicar bases militares, plataformas de lanzamiento de cohetes, refugios de aprovisionamiento de pertrechos, desplazamientos militares y guerrilleros, fotografiar de día y de noche el territorio enemigo, con rayos láser y ultravioleta.
En fin, eran fortalezas volantes de procesamiento de datos, rastreo de objetivos, prevención de ataques y exploración de zonas de su interés.
Uno de dichos aviones espías fue derribado en territorio soviético, el 1 de mayo de 1960, dando lugar al mayor escándalo de la guerra fría entre las dos superpotencias y otro en Cuba, durante la crisis de los misiles en 1962, causando por poco una catástrofe nuclear.
El tercer aparato cayó por accidente en Bolivia y pasó desapercibido.
El U-2 accidentado ingresó a Bolivia sin autorización previa, es decir en violación del espacio aéreo boliviano, transgresión que jamás hubiese sido conocida de no ser por el accidente sufrido en Oruro.
¿Era su primera incursión? ¿Cuántos vuelos le precedieron? ¿Qué buscaba en Bolivia?
Aquí vale la pena preguntarnos, ¿Qué peligro representaba Bolivia para los EE.UU. en aquella época? ¿Cuál el interés de los EE.UU. para enviar a nuestro territorio un avión espía de semejantes características? ¿La incursión del U-2 fue accidental? ¿Vino a cumplir alguna misión?
A 52 años de la caída de dicho avión en Bolivia, es tiempo de analizar el suceso. Los hechos históricos son mejor juzgados desde la distancia del tiempo que desde la inmediatez. El bosque se aprecia mejor en su inmensidad desde la distancia que desde adentro de la jungla. ¿Qué buscaba en Bolivia el U-2?
La década de los años 60 estuvieron fuertemente marcados por la guerra fría entre las dos superpotencias, la revolución cubana, la guerra de Viet Nam, la Revolución Cultural China y la rebelión juvenil mundial.
Aquellos años los íconos de la revolución en Latinoamérica y Europa eran las efigies de Castro, Che Guevara, Ho Shi Min y el libro rojo de Mao. La revolución socialista parecía estar a la vuelta de la esquina.
En 1965 había desaparecido de Cuba el Che Guevara, ideólogo y operador de la guerra de guerrillas, causando la alarma consiguiente en los servicios de seguridad de los EE.UU., que lo creían organizando guerrillas en su patio trasero.
Toda Latinoamérica era un volcán en erupción, con focos guerrilleros en todas partes. Entonces, había que ubicar al Che a cualquier costo.
¿Por dónde empezar? Che era natural de la Argentina que colinda con una extensa frontera verde con Bolivia. ¿Podría estar ahí?
El mes de julio de 1966 la plana mayor cubana, de la guerrilla que se organizaba, ya estaba en Bolivia, esperando a su jefe, listos para entrar en acción. El U-2, luego de cumplir una de sus misiones, al regresar a su base cae en Oruro.
Exactamente tres meses después del siniestro llegó a La Paz el Che Guevara y tres días después ya estuvo en el teatro de sus futuras operaciones guerrilleras.
¿El U-2 vino a Bolivia en busca del Che Guevara? En las próximas páginas analizaremos el caso en detalle, en el marco de la realidad imperante en aquel tiempo, así como en el contexto de la historia política de Bolivia, a partir de la zona geográfica de la caída del U-2, cercana a la frontera con Chile, lugar de tristes episodios políticos y de luchas sociales memorables.
En la segunda parte del libro, ofrecemos una versión completa del derribo de un U-2 en la ex Unión Soviética, con documentos inéditos en español del proceso seguido en Moscú en 1960 al piloto americano Francis Powers capturado en la oportunidad, que contiene piezas jurídicas de gran valor para los estudiosos del Derecho y de la Historia.
Entonces pasemos a destapar un suceso ocurrido hace más de medio siglo, para conocer que hay debajo el polvo acumulado sobre la lápida histórica del U-2 caído en tierra boliviana”.
(*) Periodista y escritor